Miré al sol con tanta intensidad
que mis ojos quedaron calcinados.
Sentí tanta vida en mis entrañas
que di a luz un mar dorado.
Imaginé tantas veces mi jardín,
que no hizo falta sembrarlo.
Tu olor impregnó tanto tiempo mi piel,
que vuelvo a ser yo al recordarlo.
Saboreé tantas veces tu dulce aliento,
que deseé mil veces haberte despertado..
.
Acaricié tan vehemente tu recuerdo,
que mi memoria el resto ha olvidado.
Creí oir, tantas veces, tu voz
que olvidé que ya no estabas a mi lado.
Adabela
Imagen: Google
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3 comentarios:
Pensaba que había comentado tu poema.
Bueno, no creo que esté a tu lado, está dentro de ti.
Besos.
Precioso poema, trasmite muy bien esa añoranza. esperemos que los dias venideros sean puertas abiertas a la esperanza. Gracias por la visita.
Un besos enorme.
Podría extenderme hasta la eternidad, pero, no sé por qué, me apetece ser escueto, así que mi comentario va a ser breve:
Eres realmente increíble, no dejes que nada ni nadie perturbe tu magnitud como persona, ni tu capacidad de soñadora, ni tu extraordinaria forma de contar.
Besos
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